En la actualidad la depresión no es tratada con ningún tipo de opioides, sin embargo la comunidad medica a notado el potencial de la buprenorfina como antidepresivo, sobre todo en pacientes que no responden a los antidepresivos de primera linea tales como la fluoxetina, venlafaxina y otros ISRS.
La depresión suele ir acompañada por síntomas de dolor de comorbilidad. Los opioides endógenos, tales como las endorfinas y encefalinas, median la percepción del dolor en el cuerpo. En el cerebro, que están implicados significativamente en la regulación del estado de ánimo y el comportamiento, y la disminución de la percepción del dolor y la depresión. Incluso un agonista parcial en el receptor μ-opioide (como buprenorfina) libera la serotonina y la dopamina en el SNC.
Esta ligera liberación de la serotonina y la dopamina también puede contribuir a las propiedades anti-depresores de la buprenorfina, especialmente aquellos con un trastorno mental pre-existente.
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